jueves, 26 de noviembre de 2015

¡Acción de Gracias!



¡Hoy especialmente, quiero darte gracias Señor!
Tú, Señor de señores y Rey de reyes,
único en omnipotencia, y creador de maravillas,
¿cómo no darte gracias por todos tus favores?

¿Cómo quedarme callada si has hecho de mi vida una historia de milagros?

Yo, pequeña, siempre pecadora, inconstante, débil,
con la necesidad de una niña en brazos de su madre,
¡te alabo por siempre Señor!
Tú, mi Dios, mi todo,
gracias por tu bondad e infinita misericordia!



Fotografía de Irina Orellana, Basílica "Nuestra Señora de Suyapa", Tegucigalpa, Honduras.






martes, 4 de agosto de 2015

"Dejemos que el amor de Dios se arraigue en nosotros"




Hoy deseo hacer un pequeño eco del "twitt" publicado por Papa Francisco el día de hoy. Cuando me siento identificada con las palabras del Papa, surge en mí un deseo por compartir mi experiencia de vida con respecto a los temas que él trata. 

Hoy nos hace una invitación a "dejar" que el amor de Dios se arraigue en nosotros, porque esto nos permitirá lograr cosas buenas. Me he ido al diccionario para poder saborear de mejor forma esta palabra tan fuerte: "arraigar", y encuentro que también significa "enraizar", "hacer algo firme y duradero", "vincularse con una persona". Es así como la invitación del Papa es una invitación a procurar una relación estrecha y frecuente con Dios; no es algo casual, accidental, poco frecuente, sino todo lo contrario.

Dejar que este amor de Dios, se arraigue en mi vida, es permitirme fortalecer diariamente mi relación con El, a través de algunos medios que están a mi alcance: la oración diaria, la eucaristía dominical o de ser posible diaria, el estudio y formación, el sacramento de la reconciliación que me permite estar en gracia, la vida en comunidad porque es allí donde está el hermano que es imagen y semejanza del mismo Dios, y necesita algunas veces de mi comprensión, tolerancia, apoyo, pero sobre todo de mi caridad y servicio. Así que en resumen, creo que hay mucho trabajo por hacer para garantizar que ese amor de Dios sea firme y duradero en mi vida. No está en mis fuerzas poder lograrlo con la firmeza y fidelidad que Dios merece, sin embargo, el Espíritu Santo, quien siempre me acompañará, especialmente cuando lo invoco, es mi fortaleza, mi seguridad, mi aliento para caminar con entusiasmo renovado.

Hoy pido eso al Señor: que se arraigue en mi vida porque quiero y estoy dispuesta. Que ponga los medios necesarios para que su gracia nunca me falte. ¡Así sea!

viernes, 17 de julio de 2015

¿Es Dios importante en tu fórmula de éxito?



Estamos viviendo tiempos difíciles, especialmente en el aspecto económico, el cual determina la realización de muchos proyectos importantes en la familia. Garantizar alimento diario, educación, salud, sana diversión, seguridad y ofrendas (poder ayudar a otros), no es nada fácil y dependen de los ingresos que recibimos diariamente, o mensualmente, ya sea de parte de un empleador, o bien, de nuestra capacidad de generarlos como emprendedores o profesionales independientes.

Ayer conversaba con una buena amiga que acaba de iniciar su negocio hace como 3 meses, y me comentaba sobre lo difícil que está el mercado, la economía que no alcanza para mucho, que sus ventas cada vez están peor, y que posiblemente considere cerrar su pequeña empresa. En vista que me estaba compartiendo toda esta realidad, y luego me preguntó qué podía hacer, le dí algunos comentarios sobre cómo hacer entregas de comida a domicilio, promocionarse, etc. Luego finalicé haciéndole saber que ella contaba con algo que no todos los emprendedores tienen, y eso era su fe en Dios. Le dije: "si tú ya has experimentado la protección del Señor en tu vida, y has evidenciado todos los proyectos que El te ha permitido finalizar, entonces debes tener mucha fe, paciencia, y la garantía que saldrás adelante". Después de haber escuchado mis palabras, la conversación se descompuso porque me dijo que Dios no tenía que ver en esto, que por qué le estaba sacando a Dios en la plática, cuando las cosas dependen de la situación económica que tenemos. Al final decidió colgarme y no continuar la plática.

Me sentí un poco triste, pero mucho más frustrada porque pensé que daría aliento y esperanza, y al final fue todo lo contrario. Al igual que esta amiga, muchas personas piensan de manera similar. Creen que el éxito depende exclusivamente de su preparación, planes, fórmulas económicas, y ahora en Honduras, del "conecte político" que al final de cuentas nos puede perjudicar. Trato de pensar en muchas cosas por las que me he esforzado, y al final no resultaron del modo que hubiese querido, simplemente porque no fueron puestas en manos de Dios. Tampoco estoy tratando de dejar de hacer lo que a mí me corresponde. Por supuesto que el éxito se trata de trabajo, esfuerzo, talento, dedicación, disciplina, etc., pero también se trata de mucha actitud positiva, de alegría, de optimismo, y por qué no decirlo, de gozo verdadero y paz interior, los cuales generalmente son el resultado de una relación frecuente con Dios. 

No pretendo dar explicaciones sobre el éxito de las personas que jamás han tenido a Dios en sus planes, y sin embargo lo han logrado. Lo que deseo es recordarte a tí que me lees, que si te profesas creyente en el Señor, que le des el lugar que merece en tu vida, en tus proyectos, y en tus planes. Dios debería tener un puesto importante en nuestra fórmula de éxito. Ahora que ya hemos escuchado su Palabra, y hemos sido testigos de sus milagros y bendiciones, lo mejor es caminar confiados. Saber que El tiene el control de aquellas cosas que yo no puedo controlar ni entender. Muchas veces la fórmula del éxito no sólo se trata de variables matemáticas o científicas, y es entonces cuando el Señor nos deja perplejos.

miércoles, 15 de julio de 2015

¡Gratuidad sobre todo!



Hoy quiero compartir un sentimiento que ando dentro desde hace algunos días, y se refiere a la gratuidad, sobre la cual ha hablado en más de una ocasión el Papa Francisco. No pretendo ser una experta en este tema. Sólo deseo compartir mi propia experiencia con respecto a las manifestaciones del Señor en mi vida, en mi historia. Anoche que compartíamos con algunos hermanos sobre cómo hemos llegado hasta acá (Formamos parte del Camino Neocatecumenal, y muchos nos considerábamos "perdidos", sin "propósitos de vida"), concluimos que todo se ha debido a la gran misericordia de Dios. Poco o nada hemos hecho para merecer su gracia, y la capacidad que hemos tenido de ser constantes en este caminar cristiano que no es nada fácil, es regalo del Espíritu Santo.

El Papa Francisco ha dicho que "la predicación evangélica nace de la gratuidad y del estupor de la salvación que llega, y eso que he recibido gratuitamente, debo darlo gratuitamente". Yo creo firmemente en esto porque lo he vivido en carne propia. Veo hacia atrás y me doy cuenta de todos los beneficios recibidos, de las bendiciones, de todo lo bueno y de todo lo malo, que al final de cuentas, termina favoreciéndome. ¿Y cómo callar ante estas maravillas inexplicables? ¿Cómo no compartirlas con quienes hoy día viven su vida a medias, sin esperanza, con el vaso "medio vacío", con tristeza en sus miradas porque mucho lo consideran perdido? Cuando se ha caminado con la certeza de que Dios nos sostiene, toda la vida cambia; los panoramas grises, las crisis de vida, duelen menos porque estamos confiados. Siempre duelen, pero es diferente. !En medio de los problemas, sabemos que todo saldrá bien! Esta capacidad de fiarnos, es regalo del Señor. Y lo que más me conmueve es saber que a pesar de no merecerlo, El está ahí, cercano.

Hoy me uno al salmista haciendo eco del hermoso salmo 103:

"Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.

El perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura."


Si tú también tienes razones para dar gracias al Señor, no te quedes callado. Te invito a que compartas la historia de amor entre tú y tu Creador. ¡Y no te olvides nunca de agradecer!


jueves, 11 de junio de 2015

¡Evangelizando en las Redes!




El evangelio de hoy (Mateo 10, 7-13) sigue siendo tan actual, como lo es nuestra misión de hijos de la Iglesia:

"Jesús dijo a sus apóstoles:
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente."

Esta mañana he tenido la oportunidad de compartir sueños y proyectos con amigos blogueros católicos de otras tierras, muy lejanas a la nuestra, pero unidos con el mismo corazón y Espíritu, que es quien nos impulsa en esta labor evangelizadora en las redes digitales. 




¡Cuánta necesidad hay en el mundo de dar a conocer el amor de Cristo!
¡Cuánto bien hacemos a la Iglesia con nuestras oraciones y apoyo al Papa!
No imaginamos muchas veces, el poder de la comunión entre hermanos, que no conoce fronteras y se plasma a través de medios como la Internet.

Volver al ambiente de "Blogueros con el Papa" después de algunos meses de haber estado distante, es como respirar aire nuevo y sentirme animada por hermanos que comparten la misma fe, pero sobre todo, también están en el mundo y conocen las dificultades que muchas veces se presentan al profesar esta fe. Sin embargo, nos llena la misma alegría y confianza, al abandonarnos en la misericordia y amor infinito de Cristo. Será mediante su gracia y bajo el amparo de María, que podremos nuevamente ver realizados nuestros proyectos.






martes, 19 de mayo de 2015

¡Con ánimo y más fe!




A manera de un pequeño homenaje, comparto estas imágenes de Danilo Aceituno en plena acción! Hice estas fotos cuando visité el año pasado la feria de Sabanagrande, y nuestro querido amigo estaba cubriendo algunas actividades desde allá. Imagino que la Eucaristía fue una de ellas.


Pensaba algún día entregarle estas fotografías, que hasta hoy estoy publicando.
Debo admitir que no pedí autorización alguna para tomarlas. 
Simplemente me gusta captar esos momentos de la gente de forma espontánea.



Hoy Danilo Aceituno se nos adelantó a la casa del Padre, dejando un enorme vacío entre los Católicos de Honduras. ¡La Radio Católica no será nunca la misma! 
A pesar de que no lo conocí personalmente, siempre me sorprendió su gran espíritu de alegría y dinamismo. Aprendí mucho escuchando sus hermosas narraciones en las Eucaristías.
En resumen puedo afirmar que la alegría del Evangelio se notaba en Danilo Aceituno. 
¡Descanse en paz! ¡Con ánimo y más fe te recordaremos siempre!
¡Que la gracia del Señor y el auxilio de nuestra madre santísima María de Suyapa, nos permitan imitar el gran ejemplo de este laico comprometido!


Fotografías de Irina Orellana