martes, 1 de noviembre de 2016

¡Somos hijos de Dios!


¡Hoy celebramos la fiesta de todos los santos en nuestra amada Iglesia Católica!
Hablar de santidad hoy día, no debería ser una opción, sino una invitación que tomemos muy en serio, ya que tal y como reza la segunda lectura de hoy (De la primera epístola de San Juan 3,1-3), el Padre nos ha amado y ha querido que nos llamemos hijos suyos.

¿Existe otra forma de lograr la santidad, sin cumplir la voluntad del Padre? Las bienaventuranzas (Mt.5, 1-12), resumen de una hermosa manera, el deseo de Dios con respecto a cómo debemos vivir nuestra vida, asegurándonos una promesa en cada una de ellas. Pero cuando estamos en medio de este mundo, todo se vuelve complicado, porque los valores del mundo son otros, la forma como somos medidos y tomados en cuenta, contrasta totalmente con las formas de Dios. 
Es por eso que debemos estar siempre en camino, en busca de la voluntad de Dios, con la ayuda del Espíritu Santo que nos ha dejado para nuestra salvación. ¡Y es por medio de este Espíritu que la santidad es posible! ¡En medio de la vida cotidiana, es posible ser instrumentos e hijos de Dios!

Comparto esta oración, que escribí hace tres años, en ocasión de esta celebración:

Señor:
Dame tu gracia para hacer de cada momento de mi vida, una oportunidad para alcanzar la santidad.
Esta santidad de la que muchos se ríen, y no creen posible.
Dame la valentía para mantenerme firme en la fe, para no negarte, para no venderme, para no traicionar mis principios cristianos.
Dame la fortaleza necesaria para no dejarme abatir por las dificultades, y si caigo, tener la seguridad que con tu ayuda, podré levantarme siempre.
Dame el entusiasmo y alegría para trabajar diariamente por mis proyectos de vida, éstos que Tú has puesto en mis manos, y que a veces siento que no merecen la pena.
Dame la capacidad de amar, como Tú nos amas, de tener un corazón más desprendido, 
de saber que Tú no abandonas a nadie, y has puesto en nuestras manos los recursos y medios para ayudar a los más necesitados.
¡Dame Señor el deseo de vivir una vida santa!

Fotografía de Irina Orellana

viernes, 21 de octubre de 2016

¡Con los misioneros del mundo, hoy y siempre! - Domund 2016



El lema del Domund para este año es hermoso: "Sal de tu tierra". 
Se encuentra en perfecta sintonía con la continua exhortación que nos hace el Papa Francisco, desde que inició su pontificado, para que salgamos de nuestras propias fronteras, para que seamos una Iglesia en salida. Todavía habemos muchos católicos cómodos, encapsulados en una burbuja, indiferentes, principalmente por la falta de amor, sin entusiasmo e interés para dar lo que gratuitamente nos fue dado, el mayor don de la vida: la fe!

Este domingo 23 de Octubre la Iglesia celebrará el Domund o Jornada Mundial de las Misiones, lo cual me hace reflexionar sobre todo el bien y los frutos de los misioneros alrededor del mundo, especialmente en los territorios de misión. Gracias a las donaciones que tú y yo podemos dar,  la Iglesia atiende a más de 1,111 territorios de misión. La labor evangelizadora comprende la construcción de templos, compra de vehículos, formación de catequistas, proyectos educativos, sociales y sanitarios.

Y acá hago un alto, y me detengo a contemplar imágenes de misioneros en territorios como Siria, Irak, China, Africa, América Latina, y en los pueblitos que tengo cerca, en mi querida Honduras. Me pregunto ¿cuánta gente no conoce a Cristo? y lamentablemente la respuesta sigue siendo la misma: muchos jamás han escuchado la Palabra porque nadie les ha predicado el kerigma. Muchos posiblemente morirán sin saber quien es Cristo, sin conocer su infinito amor y sin tener una opción por salvar sus almas. Y entonces me doy cuenta de la seriedad de esta empresa en la que nuestra Iglesia está matriculada todos los días del año. Por eso es importante apoyar a nuestros misioneros, antes que nada con nuestras oraciones, y de forma más concreta con la ayuda monetaria que podamos aportar. 

Tratar de vivir mi vida sin fe, es caer en un pozo profundo, en un sin sentido completo. Doy gracias a Dios por el don de la fe, porque sin duda alguna, alguien evangelizó a mis antecesores hasta llegar a mis abuelas y abuelos, y padres. Y Dios no ha querido que me pierda, sino que me convierta cada día, que pueda salir como ha dicho mi buen amigo Salvador Pérez, de mi corazón, de mi comodidad, de mi tierra, y llegar a terrenos áridos, secos, con necesidad de agua que fertiliza, y ser sal del mundo. 

La imagen que hoy comparto tiene como autora a una gran evangelizadora, nuestra amiga Josefina Rojo, a quien por bendición del Señor, he podido conocer de manera virtual pero a la vez tan cercana por gracia del Espíritu Santo. Es una imagen llena de expresividad y belleza como bien ha comentado otro amigo, Juan Palero. Esta imagen me interpela e invita a sumarme al apoyo que nuestros misioneros necesitan, empezando por el Papa Francisco, porque también él siembra y trabaja en tierras extranjeras, en medio de una sociedad y de un mundo que cada vez "conocemos menos", que ha caído muchas veces demasiado bajo, y que nos puede hacer pensar que los malos están ganando la batalla. 

Hoy deseo compartir la buena noticia del DOMUND, para que recemos, para que no dejemos de apoyar a nuestros misioneros, y para que nosotros también salgamos y dejemos huellas, con nuestras cruces, nuestra alegría, amor y misericordia.


Imagen diseñada por Josefina Rojo

miércoles, 12 de octubre de 2016

¡El valor de los pequeños gestos!



En su audiencia celebrada el día de hoy, el Papa Francisco nos invita a practicar las obras de misericordia corporales y espirituales, a hacer de ellas, una práctica diaria, especialmente a través de los pequeños gestos. Me ha llamado profundamente la atención, porque casi siempre pienso que las cosas pequeñas no valen mucho para Dios, cuando en realidad es todo lo contrario . El Papa nos explica que sobre estos gestos seremos juzgados; pienso que esto hace posible que todos podamos poner en práctica esos pequeños gestos, que no necesariamente tienen que ver con el dinero.

Hagamos un alto en el camino y veamos la convulsión que nos rodea desde que inicia el día. Al menos en Honduras, desde temprano tenemos asesinatos, asaltos, peleas, insultos, dentro y fuera de las familias. Y creo que esta condición no es exclusiva de nuestro país. Vivimos en un mundo que desconoce las palabras caridad y solidaridad.

Vos y yo podemos hacer la diferencia, con gestos pequeños como los siguientes:

-Un saludo de "buenos días" con una sonrisa sincera.
-Ceder el paso en el tráfico.
-Apoyar al compañero de trabajo en algún pendiente.
-Dar un buen consejo a quien lo necesita.
-Llamar a un amigo que tal vez no vemos desde hace tiempo.
-Prestar ayuda al vecino.
-Escuchar a nuestros adultos mayores. Hacerlos sentir importantes.
-Consolar a los que se sienten tristes.
-Sufrir con paciencia los defectos de otros.

Habrán otras obras de misericordia que implican una inversión más alta de recursos monetarios, como dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo o enterrar a los muertos. Sin embargo, los gestos pequeños, que fácilmente pueden ser repetitivos, nos ayudarán a cambiar el mundo y las realidades de muchas personas.

Si habías pensado que ya nada se puede hacer por tener un mundo mejor, por favor reflexiona, porque no es cierto. Tenemos en nuestras propias manos y voluntades, la capacidad de regalar cosas buenas sin invertir un solo centavo. ¡Hagamos de los gestos pequeños, un hábito en nuestras vidas!


jueves, 4 de agosto de 2016

¡Recemos por nuestros sacerdotes!



Hoy celebramos en la Iglesia a San Juan María Vianney, conocido como el Santo Cura de Ars. Este santo sacerdote a quien se le confió la parroquia del pequeño pueblo de Ars en Francia (1818-1859), llegó a tener una fama inigualable por sus sabios consejos durante las largas horas que pasaba en el confesionario. Era tanta la afluencia que tenía, que la compañia de trenes tuvo que abrir una oficina en la ciudad de Lyons para facilitar su tráfico con Ars.

La historia nos cuenta que el Santo Cura de Ars, superó muchos obstáculos en su vida para llegar a ser sacerdote, en una época de mucha persecusión para la Iglesia. Adicionalmente, su celo por la salvación de las almas era insuperable.

Pidamos en oración por nuestros sacerdotes para que cada día fortalezcan su fe, den testimonio del amor y voluntad de Dios, y sean fieles a su vocación. Hoy, al igual que en los tiempos del cura de Ars, necesitamos sacerdotes santos, que den su vida por el Evangelio y la Iglesia. 

Pensemos que sería de nuestra vida sacramental sin nuestros queridos sacerdotes. Probablemente en los momentos más importantes de nuestras vidas, hemos tenido el apoyo moral, el consejo, la instrucción y la compañía de algún sacerdote. Dios los ha consagrado para ser buenos pastores y cuidar de nosotros como un rebaño muy preciado.


Fotografía de Irina Orellana, Catedral de Comayagua, Honduras.





martes, 2 de agosto de 2016

¡JMJ 2019 en Panamá, una oportunidad de oro!



Pensar en asistir a una JMJ es para muchos un sueño, porque los recursos necesarios para costear el viaje y otros trámites previos, son onerosos. Obviamente, todo depende de las distancias que hay que recorrer para llegar al país anfitrión. ¡Se necesita mucho trabajo y perseverancia para recolectar la plata!




Con el anuncio realizado ayer por el Papa Francisco, durante la misa de clausura de la JMJ de Cracovia, muchos Centroamericanos hemos empezado a soñar. ¡Panamá será el próximo anfitrión, y lo tenemos a la vuelta de la esquina! Llegaremos por las 3 vías más frecuentes: tierra, aire y mar! Y con la ilusión de un niño pequeño ante lo desconocido, listos para preguntar y aprender.

Para muchos será su primera JMJ, esa que recordarán por siempre! Para otros, el repetir la experiencia con la expectativa de superar las JMJ ya vividas, será también su alegría. Otros llegarán como voluntarios, dispuestos a servir, con la intención de que el resto reciba las facilidades que en su momento ellos tuvieron.



Pidamos al Señor, la capacidad de sembrar para el futuro. Tres años pueden parecer muchos meses, pero la verdad es que el tiempo vuela. Si deseas que tu sueño sea una realidad, es necesario que inicies el trabajo hoy! Son solamente 36 meses los que nos separan de ese gran evento. Tenemos en nuestras manos una oportunidad de oro! 

Nos alegramos con la Iglesia Panameña, la cual tiene más de 500 años desde la creación de la primera diócesis en tierra firme, el 9 de septiembre de 1513. Panamá es un país que lo tiene todo para garantizar el éxito de una JMJ! Empezando por su gente, llena de alegría, hospitalidad y optimismo!

lunes, 1 de agosto de 2016

Estamos llamados a dejar huella!




Recién termino de leer el mensaje de anoche del Papa Francisco en la vigilia de la JMJ. De más está decir que su mensaje es profundo y hermoso, oportuno para los tiempos turbulentos que estamos viviendo en muchas partes del mundo: una guerra a pedazos. Y son los jóvenes los más indicados para empezar a trabajar desde hoy en un mundo mejor, para dejar huella en cada uno de sus ambientes. Porque para esto hemos venido, y no para vegetar y quedarnos de brazos cruzados. Francisco ha invitado a todos a ser agentes de cambio:


"Hoy Jesús te invita, te llama a dejar tu huella en la vida, una huella que marque la historia, que marque tu historia y la historia de tantos."

También nos invita a abandonar la actitud de comodidad e indiferencia, ya que tenemos un mundo por mejorar, una realidad que cambiar. Nos llama a ser protagonistas de la historia, mediante nuestras manos, las cuales también pueden ser extensión de las manos de Jesús. De nosotros depende tener el mundo mejor que necesitamos. Si somos personas de acción, podemos lograr todo lo que nos propongamos, y por lo tanto no podemos quedarnos inmóviles:

"No venimos a este mundo a "vegetar", a pasarla cómodamente, a hacer de la vida un sofá que nos adormezca, al contrario, hemos venido a otra cosa, a dejar una huella."



Claro que es mucho más sencillo no hacer nada ante tantas necesidades, que somos débiles y no queremos trabajar ni servir. Sin embargo,  el compromiso es la única forma mediante la cual podemos sacar adelante la mayoría de nuestros proyectos de vida. "Dejar huella" lleva como acciones mandatorias el trabajo, la entrega, el amor, el compromiso y la perseverancia. Hoy más que nunca, el Señor necesita de nuestras manos, de nuestros pies, de nosotros por completo, para decirle al mundo que no queremos que otros sigan decidiendo por nuestro futuro, que estamos dispuestos a trabajar por un mejor mañana:

"No vamos a gritar ahora contra nadie, no vamos a pelear, no queremos destruir, no queremos insultar.Nosotros no queremos vencer el odio con más odio, vencer la violencia con más violencia, vencer el terror con más terror.Nosotros hoy estamos aquí, porque el Señor nos ha convocado. Y nuestra respuesta a este mundo en guerra tiene un nombre: se llama fraternidad, se llama hermandad, se llama comunión, se llama familia."



Fotografías de Aciprensa y Lina María Correa, Peregrina JMJ 2016, Colombia-EEUU.

viernes, 29 de julio de 2016

Señor ten piedad de tu pueblo!


Sigo viviendo de forma muy particular la JMJ que se está realizando en Cracovia. Ayer no he podido compartir mis impresiones en este espacio. El cansancio me venció después de la jornada laboral. Hoy es viernes, día de Vía Crucis, día en el cual recordamos la pasión y muerte de Jesús...esa pasión que hoy también la viven muchos alrededor del mundo, y que a manera de Jesús, tal y como lo ha expresado el Papa Francisco, llevan consigo el dolor y sufrimiento.

En el cuaderno de recuerdos del Museo de Auschwitz, el Papa ha escrito con su puño y letra:




Después de su visita al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, el Papa nos ha recordado sobre esos otros "Jesús" que vemos en nuestros ambientes, y que en mi caso personal, volteo la mirada porque mi amor es sumamente pequeño. Muchos pensarán que yo no puedo hacer nada, pero no es cierto. Puedo dar un pequeño pero gran paso: orar. ¡Cuánto desestimo el valor y el poder de la oración!. Escuchar a este Papa me interpela, me recuerda lo que Cristo nos ha pedido siempre. Me invita a dejar la postura indiferente, a ir más allá, a reflexionar sobre cuanto hay en mí por mejorar, por cambiar.




"Recemos por todos los "Jesús" que hoy hay en el mundo" ha sido la exhortación de Francisco. Palabras que invitan a voltear a nuestro alrededor, a ponernos en acción. Son muchos esos "Jesús"; no hay sociedad que pueda jactarse de no tenerlos: "los hambrientos, los sedientos, los dudosos, los enfermos, los que están solos, los que sienten el peso de tantas dudas y culpas." Existen en nuestros hogares, en nuestras familias, en nuestras comunidades, colonias y ciudades. ¿Cómo pasar de largo?

Pidamos hoy la gracia necesaria al Espíritu Santo para ser mejores cristianos, para comprometernos en la construcción de un mundo mejor. Podemos iniciar con un corazón más dispuesto a la escucha de la Palabra.

Fotografías: Aciprensa 

miércoles, 27 de julio de 2016

"Lleven a los demás la llama de su fe!"



"Regresando a sus países, a sus casas y comunidades, llévense la chispa de la misericordia.   Lleven  a los demás la llama de su fe y con ella enciendan otras llamas, para que los corazones humanos latan al ritmo del Corazón de Jesús, que es ‘fuente ardiente de caridad’. Que la llama del amor envuelva a todo nuestro mundo, para que en él no haya más egoísmo, violencia e injusticia, sino sobre nuestra tierra se refuercen la civilización del bien, de la reconciliación, del amor y de la paz”.


Con esta frase el Arzobispo de Polonia, Cardenal Stanislaw Dziwisz, ha querido exhortarnos a todos en la misa inaugural de la JMJ celebrada esta tarde.

Hoy más que nunca, el mundo necesita de nuestro fuego, de nuestra luz, de nuestra caridad y alegría.

Estamos seguros que la semilla de la JMJ caerá en tierra buena, y que en poco tiempo dará muchos frutos. De esto se encarga el Espíritu Santo y también nuestras oraciones! No dejemos de pedir al Padre por más obreros en esta misión evangelizadora, porque muy bien hace en nuestras vidas el proyecto de salvación que El quiere para nosotros.


Fotografías de Lina María Correa, Peregrina Colombiana-Americana

lunes, 25 de julio de 2016

¡Iniciamos la JMJ! ¡Bienaventurados los Misericordiosos!


A pocas horas del inicio de la 31 Jornada Mundial de la Juventud(JMJ) a realizarse en Cracovia, Polonia, ya son miles de jóvenes de todas partes del mundo, los que se encuentran reunidos para esta gran fiesta. Otros ya van en camino, y los que nos quedamos en casa como yo, estamos muy entusiasmados para empezar a recibir las buenas noticias e imágenes que nos están llegando de primera mano de parte de nuestra amiga Lina Correa.




Conocí a Lina gracias a la Divina Providencia, para la JMJ de Madrid en 2011. Yo simplemente estaba buscando alguna información en Facebook sobre la JMJ, y me encontré con su cuenta, la cual invitaba a jóvenes que viajaban solos a reunirnos en Madrid. Desde entonces, a pesar de las distancias, nos ha unido un sentimiento fraterno muy especial e inexplicable con Lina, para quien ya será su tercera JMJ consecutiva. En esta ocasión le acompaña su madre y algunos jóvenes de su parroquia Saint William Church, de la ciudad de Naples, Florida. Después de la JMJ del 2011, Lina decidió trabajar para la Iglesia a través de la Pastoral de Jóvenes, cosa que para muchos es una locura si hablamos de una mujer joven, guapa, bilingue y con mucho talento.



Antes de su salida, Lina me dijo: "Que mis ojos también sean tus ojos", y es efecto así siento que es! Vivir una JMJ de manera personal es un evento inolvidable y una gran bendición. Cualquier fotografía podría quedarse pequeña, pero es una gran oportunidad para evangelizar y animar a muchos otros. Una imagen vale más que cien palabras, y en el caso de la JMJ, esto se cumple totalmente. Desde hoy, los ojos de Lina, son también mis ojos porque he visto imágenes que me mueven e inspiran.

Hoy me toca vivir la JMJ de Cracovia desde las trincheras, como una bloguera más que estará transmitiendo su experiencia desde los ojos de terceros, algunos muy amigos, otros conocidos, o simplemente a través de los medios de comunicación de la Iglesia.



Esta JMJ, será especial, primero porque se trata de la tierra de San Juan Pablo II, y esta realidad le permitirá a muchos jóvenes conocer los lugares que el santo frecuentaba, conocer su cultura, y hasta cierto punto, la espiritualidad de un Papa santo, que marcó la diferencia no sólo para los católicos, sino para el mundo secular. Además, Polonia es la tierra de Santa Faustina, iniciadora de la devoción a la Divina Misericordia de nuestro Señor Jesucristo. Con ella nos unimos a su oración "En tí confío Señor!". En el marco del gran Jubileo de la Misericordia, todos estamos invitados a sumarnos como parte de un pueblo que pide y busca misericordia. El mundo puede ser muy diferente a la suma de guerras y convulsiones que hoy día tenemos, pero para ellos necesitamos la misericordia. La Palabra nos dice que los misericordiosos deben sentirse dichosos, porque ellos alcanzarán misericordia (Mt.5,7). Tal y como lo ha dicho el Papa Francisco en uno de sus videos, "pidamos la gracia para experimentar en nosotros mismos esta misericordia".

Reciban amigos del mundo mis oraciones para que en sus corazones podamos vivir esta JMJ de forma muy particular. De nuestra disposición y escucha, dependerán los frutos, que siempre son grandes porque es el Espíritu Santo quien siembra en nuestras vidas.

Fotografías de Lina María Correa, Peregrina Colombiana Americana, JMJ Cracovia.

lunes, 4 de julio de 2016

¡Nuestro encuentro con el Señor!



Roberto Durán e Ivón Irías son jóvenes universitarios de la Octava Comunidad del Camino Neocatecumenal, en la Parroquia Medalla Milagrosa de Tegucigalpa. Esta tarde, tuvimos la oportunidad de un café juntos, y comparten con nosotros su experiencia del Encuentro del Camino Neocatecumenal realizado en la ciudad de Managua, el pasado domingo 3 de Julio:

En un ambiente relajado, después de haber recuperado varias horas de sueño perdido, Roberto nos comenta en medio de sonrisas y ademanes de nerviosismo, que su decisión por asistir a este Encuentro fue para encontrarse en primer lugar con el Espíritu Santo. "Considero un regalo de Dios poder ser testigo de la manifestación del Señor a través de su Santo Espíritu. ¿Cómo explicar esa sensación de emoción y gozo, hasta las lágrimas? Ver los frutos del Señor materializados en la decisión de los hermanos de entregar sus vidas al Señor y seguirle por el resto de sus vidas, es para mí un regalo."




Ivón expresa que "Superando las limitantes de edad, trámites legales engorrosos, distancias, cansancio, Dios me ha permitido estar presente en este Encuentro. He quedado con la curiosidad de escrutar más detenidamente algunas lecturas que fueron proclamadas por el Nuncio Apostólico de Nicaragua"

"No tener miedo" nos dice Roberto, "es una premisa que vemos en la vida del profeta Elías, la cual es un reto para todos los jóvenes de hoy. A pesar del desánimo que tuve el día anterior, surgió finalmente en mí el deseo de asistir al Encuentro. Ahora entiendo que el demonio siempre quiere tentarnos y gracias a Dios, opté por ir...¡valió la pena todo el esfuerzo!"

Para Ivón, el ser joven, católica y catecumena, implica un fuerte compromiso, ya que "estamos llamados a resistir las tentaciones del mundo" nos dice. En contraste, para Roberto, lo más difícil es "servirle a Dios solamente". Una de sus preocupaciones es "quedarse sin amigos" ya que la oferta de una vida cristiana no es popular hoy día. "Encontrar el valor de desligarme de las ideas mundanas de mis amigos, es una de las cosas más complicadas", añade.




"Antes de entrar en este camino", nos comenta Roberto, "yo no hubiera imaginado vivir estas experiencias del amor y misericordia de Dios, así que mi invitación para los jóvenes que no conocen a Cristo, es que se den la oportunidad de abrirle su corazón".

Finalmente Ivón afirma que "para mí no es difícil invitar a mis amigos a la Iglesia o hablarles de Dios cuando están en problemas. He notado que hacerlo, les ayuda mucho en sus vidas, y en este momento a una de mis compañeras de confirmación, le he estado explicando algunos de nuestros signos en la misa".

Termino encomendando a estos hermanitos en la fe, para que el Señor derrame su gracia en abundancia, y les permita permanecer firmes, nunca dejar de caminar, y cosechar muchos frutos con su testimonio de vida.

Fotografías de Ivóne Irías e Irina Orellana.








martes, 28 de junio de 2016

¿Cuándo fue la última vez que hablaste de Dios?


En medio del agitado mundo en que vivimos es poco el tiempo que realmente nos regalamos para hacer una pausa. A veces, esas pausas surgen por eventos externos y bajo los cuales no tenemos control alguno: la muerte de un familiar,el desempleo, el problema de un amigo, alguna pérdida material, o las crisis espirituales o tiempos de sequedad que a veces experimentamos.

Es en esos momentos en que buscamos de algo o alguien que pueda ayudarnos a llevar la pesada carga, algún confidente que pueda tener la fórmula mágica para ayudarnos a salir de la situación en que nos encontramos. Es durante estas crisis que nos damos cuenta quienes son los verdaderos amigos, ya que a pocos les gusta ser "paños de lágrimas" o extender la mano para ayudar.

Para quienes creemos en Dios, nos corresponde hacer uso de recursos que otros consideran locura, como la oración, la contemplación, un buen retiro espiritual, y por qué no, una buena confesión. Sin embargo podemos empezar por algo más sencillo e inmediato como una buena catarsis. Ya sea que seamos nosotros los que estamos pasando por un mal momento, o alguien más, es compartiendo las penas que nos hacemos más hermanos. Y surge la pregunta del millón: ¿Cúando fue la última vez que hablaste de Dios? ¿Cuándo fue la última vez que recordaste las maravillas que el Señor ha hecho en tu vida? Se nos olvida que como creyentes, esta variable de Dios, si gustamos llamarla así, hace mucho la diferencia. ¡Esa diferencia que cambia las vidas para bien! Y no me refiero a que los creyentes tenemos una vida color de rosa, sino que vivimos nuestras crisis de forma diferente, confiados en un Ser Supremo que es Todopoderoso. El experto en calmar mares agitados y resolver las tempestades de nuestra vida, se encarga de llevarnos a puerto de la mejor forma, y de acompañarnos siempre, a pesar de nuestras dudas y temores.

Todos tenemos amigos, y probablemente muchos tenemos un trabajo, formamos parte de una comunidad, un club social, o trabajamos por una causa. En todos estos ambientes hay gente sedienta de amor, de ser escuchada, de compartir un trozo de su historia, en busca de un lugar en este mundo cada vez más frío e indiferente. ¿Cuándo fue la última vez que hablaste de Dios? ¿Qué esperás para empezar a ser reflejo del amor de Dios?

Fotografía de Lina María Correa