miércoles, 5 de octubre de 2011
Soy fruto de la JMJ, Madrid 2011!
"Hay palabras que solamente sirven para entretener, y pasan como el viento; otras instruyen la mente en algunos aspectos; las de Jesús, en cambio, han de llegar al corazón, arraigar en él y fraguar toda la vida." Papa Benedicto XVI
Ha pasado más de un mes desde mi visita a Madrid, y muchos me han preguntado sobre mi demora en plasmar algo de mi experiencia sobre este viaje, el cual sin duda cambió mi forma de ver la vida, y la está cambiando radicalmente. Antes de continuar, deseo aclarar que una JMJ no se puede resumir en varias entradas de un blog, ni mucho menos transmitir del mismo modo en que se vive o se siente. He podido compartir mi testimonio al respecto, con las 11 comunidades del Camino Neocatecumenal en la Parroquia Medalla Milagrosa de Tegucigalpa, incluyendo la mía, y al final de cuentas es el Espíritu Santo quien habla! Me he quedado corta con muchos detalles y momentos vividos, especialmente los que más provocaron que mi piel se "pusiera como carne de gallina" (como dirían algunos), o mis ojos derramaran lágrimas de gozo.
Esta JMJ la he vivido en su mayor parte, a solas, conmigo misma. Lamentablemente ningún hermano o hermana pudo acompañarme y tampoco pude unirme a otro grupo o comunidad. Sin embargo, nuestro Señor se mostró grande al permitirme conocer a muchas personas que ahora son amigos y hermanos en la fe. El viajar sola y movilizarme siendo dueña de mi propia agenda, me permitió reflexionar mucho más los actos centrales con el Papa e interiorizar los mismos de forma muy especial. Puedo afirmar ahora que éste fue uno de los mayores frutos. Con cada homilía de su Santidad Benedicto XVI, sentía que el Señor me estaba moldeando, interpelando a través de su palabra, denunciándome en varias ocasiones, llamándome a ser valiente y cambiar todo lo viejo, cómodo y tibio de mi interior. Cuán difícil es ser podado! Cuán complicado es no dolerse! Qué fe tan grande se necesita para confiar y saber que todo será para bien!
La mayoría pregunta por la JMJ y el viaje a Madrid, casi nadie me consulta sobre los frutos, sobre el proceso de retorno a mi país, sobre el compromiso con la parroquia, la sociedad, la comunidad, y el ambiente laboral que está esperando por los frutos, que necesita de sociedades más justas, caritativas y conocedoras de la verdad sin adjetivos, tal y como lo dijo Benedicto XVI. Sin duda alguna que papá Dios me pedirá cuentas; ha sido generosísimo al permitirme vivir una experiencia que muchos desean y pocos obtienen. No puedo más que correspoderle, y poner a sus pies este espacio del "Tintero de Luz", con nuevo enfoque y objetivo: dar a conocer a otros las palabras, el amor, la misericordia y el perdón de Jesús, para que llenen sus corazones y sus vidas, y puedan edificar sobre roca firme!
Finalmente deseo hacer mías las palabras del Santo Padre en su ceremonia de inauguración: "La Jornada Mundial de la Juventud nos trae un mensaje de esperanza, como una brisa de aire puro y juvenil, con aromas renovadores que nos llenan de confianza ante el mañana de la Iglesia y del mundo".
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