La semana pasada pude presenciar con mis propios ojos la determinación y fortaleza de una mariposa! No sé cual era su especie, pero me dejó perpleja. La descubrí al quitar el protector de sol de mi vidrio frontal en el carro. Me llamó poderosamente la atención por la belleza de sus alas. Estaba allí, como tomando el sol, a sus anchas, con las alas abiertas. Pensé por un momento que estaba muerta, hasta que se movió perezosamente. Le tomé mi primera foto, y arranqué camino al trabajo.
Cual fue mi sorpresa cuando vi que la mariposa permanecía en mi vidrio a pesar del recorrido! No era posible! Sus frágiles alas no se lo permitirían! Tarde o temprano acabaría con las alas rotas! Pero ella, me demostró lo contrario! Fue allí, donde decidí sacar mi segunda toma:
Y luego pensé en lo tibio que ha sido mi amor hacia el Padre. En lo infiel que he sido, en lo bajo que he caído sin quererlo, pero que de igual forma lo he consentido. Pensé en el pobre compromiso que he tenido con nuestra madre Iglesia; en el bien que he dejado de hacer a mis hermanos, en lo frío que se ha tornado mi corazón cuando otros buscan un tibio regazo. ¡Y muy dentro de mí, pedí perdón!
Pensé en todos mis proyectos personales, y después en lo que debe ir delante de ellos; lo que debe primar en este santo año 2012 que Dios me está permitiendo iniciar: buscar la santidad en cada cosa o proyecto que realice. Estoy terminando esta linea y pienso que algunos amigos se reirán de mí, pues conocen algo de mi historia. Pero Dios es misericordioso y pone su mirada en los pobres y pequeños, en los más extraviados; siempre sale en busca de su oveja perdida.
"Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente" Mateo 22, 37.
Avancé unos kilómetros más y antes de llegar al trabajo, saqué mi cuarta toma:
¡Esta fue la gran lección que me dejó esta pequeña hermosura!
3 comentarios:
El ESPÍRITU SANTO nos ilumina y nos aconseja aprovechando cualquier acontecimiento simple como el de esa mariposa.
Se hace cuesta arriba emprender la lucha contra uno mismo, pero sabemos que ese es el camino, el rumbo.
La mariposa lo emprende cada año, emigra como algo propio de ella, no puede rechazar su destino. Nosotros si podemos hacerlo, podemos negarnos a cumplirlo, pero, de hacerlo, no nos sentimos bien porque nuestro también destino es sentirnos bien y felices.
Es entonces cuando descubrimos al PADRE DIOS y, entonces, emprendemos nuestro vuelo.
Hola Irina, encantado con tu buena reflexión. Esas son las que ayudan a levantar el vuelo, al menos a serenarte y, como la mariposa, reflexionar aun en el parabrisa de un coche.
Supongo que estarás con nosotros en "Blogueros con el Papa", y si no lo estás, agregate.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS
Irina!
Que hermosa reflexión! Con algo tan real, tan personal.
Es increíble como Dios nos habla, hasta en lo que creemos más simple. Definitivamente, a través de esta hermosa mariposa el Señor habló directamente a tu corazón y al de todos nosotros utilizándote como su instrumento. Que Dios te bendiga siempre.
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