viernes, 21 de octubre de 2016
¡Con los misioneros del mundo, hoy y siempre! - Domund 2016
El lema del Domund para este año es hermoso: "Sal de tu tierra".
Se encuentra en perfecta sintonía con la continua exhortación que nos hace el Papa Francisco, desde que inició su pontificado, para que salgamos de nuestras propias fronteras, para que seamos una Iglesia en salida. Todavía habemos muchos católicos cómodos, encapsulados en una burbuja, indiferentes, principalmente por la falta de amor, sin entusiasmo e interés para dar lo que gratuitamente nos fue dado, el mayor don de la vida: la fe!
Este domingo 23 de Octubre la Iglesia celebrará el Domund o Jornada Mundial de las Misiones, lo cual me hace reflexionar sobre todo el bien y los frutos de los misioneros alrededor del mundo, especialmente en los territorios de misión. Gracias a las donaciones que tú y yo podemos dar, la Iglesia atiende a más de 1,111 territorios de misión. La labor evangelizadora comprende la construcción de templos, compra de vehículos, formación de catequistas, proyectos educativos, sociales y sanitarios.
Y acá hago un alto, y me detengo a contemplar imágenes de misioneros en territorios como Siria, Irak, China, Africa, América Latina, y en los pueblitos que tengo cerca, en mi querida Honduras. Me pregunto ¿cuánta gente no conoce a Cristo? y lamentablemente la respuesta sigue siendo la misma: muchos jamás han escuchado la Palabra porque nadie les ha predicado el kerigma. Muchos posiblemente morirán sin saber quien es Cristo, sin conocer su infinito amor y sin tener una opción por salvar sus almas. Y entonces me doy cuenta de la seriedad de esta empresa en la que nuestra Iglesia está matriculada todos los días del año. Por eso es importante apoyar a nuestros misioneros, antes que nada con nuestras oraciones, y de forma más concreta con la ayuda monetaria que podamos aportar.
Tratar de vivir mi vida sin fe, es caer en un pozo profundo, en un sin sentido completo. Doy gracias a Dios por el don de la fe, porque sin duda alguna, alguien evangelizó a mis antecesores hasta llegar a mis abuelas y abuelos, y padres. Y Dios no ha querido que me pierda, sino que me convierta cada día, que pueda salir como ha dicho mi buen amigo Salvador Pérez, de mi corazón, de mi comodidad, de mi tierra, y llegar a terrenos áridos, secos, con necesidad de agua que fertiliza, y ser sal del mundo.
La imagen que hoy comparto tiene como autora a una gran evangelizadora, nuestra amiga Josefina Rojo, a quien por bendición del Señor, he podido conocer de manera virtual pero a la vez tan cercana por gracia del Espíritu Santo. Es una imagen llena de expresividad y belleza como bien ha comentado otro amigo, Juan Palero. Esta imagen me interpela e invita a sumarme al apoyo que nuestros misioneros necesitan, empezando por el Papa Francisco, porque también él siembra y trabaja en tierras extranjeras, en medio de una sociedad y de un mundo que cada vez "conocemos menos", que ha caído muchas veces demasiado bajo, y que nos puede hacer pensar que los malos están ganando la batalla.
Hoy deseo compartir la buena noticia del DOMUND, para que recemos, para que no dejemos de apoyar a nuestros misioneros, y para que nosotros también salgamos y dejemos huellas, con nuestras cruces, nuestra alegría, amor y misericordia.
Imagen diseñada por Josefina Rojo
miércoles, 12 de octubre de 2016
¡El valor de los pequeños gestos!
En su audiencia celebrada el día de hoy, el Papa Francisco nos invita a practicar las obras de misericordia corporales y espirituales, a hacer de ellas, una práctica diaria, especialmente a través de los pequeños gestos. Me ha llamado profundamente la atención, porque casi siempre pienso que las cosas pequeñas no valen mucho para Dios, cuando en realidad es todo lo contrario . El Papa nos explica que sobre estos gestos seremos juzgados; pienso que esto hace posible que todos podamos poner en práctica esos pequeños gestos, que no necesariamente tienen que ver con el dinero.
Hagamos un alto en el camino y veamos la convulsión que nos rodea desde que inicia el día. Al menos en Honduras, desde temprano tenemos asesinatos, asaltos, peleas, insultos, dentro y fuera de las familias. Y creo que esta condición no es exclusiva de nuestro país. Vivimos en un mundo que desconoce las palabras caridad y solidaridad.
Vos y yo podemos hacer la diferencia, con gestos pequeños como los siguientes:
-Un saludo de "buenos días" con una sonrisa sincera.
-Ceder el paso en el tráfico.
-Apoyar al compañero de trabajo en algún pendiente.
-Dar un buen consejo a quien lo necesita.
-Llamar a un amigo que tal vez no vemos desde hace tiempo.
-Prestar ayuda al vecino.
-Escuchar a nuestros adultos mayores. Hacerlos sentir importantes.
-Consolar a los que se sienten tristes.
-Sufrir con paciencia los defectos de otros.
Habrán otras obras de misericordia que implican una inversión más alta de recursos monetarios, como dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo o enterrar a los muertos. Sin embargo, los gestos pequeños, que fácilmente pueden ser repetitivos, nos ayudarán a cambiar el mundo y las realidades de muchas personas.
Si habías pensado que ya nada se puede hacer por tener un mundo mejor, por favor reflexiona, porque no es cierto. Tenemos en nuestras propias manos y voluntades, la capacidad de regalar cosas buenas sin invertir un solo centavo. ¡Hagamos de los gestos pequeños, un hábito en nuestras vidas!
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