miércoles, 20 de mayo de 2020

Estrategia y Fe!



El contraste que sugiere el encabezado de este post, es causa de risa para muchos, especialmente para los no creyentes, o para los que dicen llamarse creyentes pero que con sus acciones nos dejan ver claramente que no esperan nada de Dios.

Después de más de dos meses en cuarentena, y enmedio de webinars, conversatorios, diplomados, y varios documentos relacionados con planificación, estrategia, mercadeo, alianzas estratégicas y otros temas de interés empresarial, en el vasto mundo digital, me pregunto si todo esto es suficiente. Creemos tenerlo todo bien calculado, con "Plan B" y hasta "Plan C" previamente definidos, con todas las medidas de bioseguridad requeridas. Pero, nos hemos acordado de rezar? Hemos buscado la voz y la gracia del Espíritu Santo a través de nuestras oraciones? Nos hemos dado el permiso de pedir y recibir la gracia de María Santísima como la mediadora por excelencia, y el mejor ejemplo de abandono y disposición con su "fiat" en el momento de la encarnación (Lucas 1:26-38)?

Las preguntas anteriormente expuestas me las he hecho especialmente hoy, después de haber visto tanta muerte, muchos planes frustrados, amigos enfermos, y otros que ya han partido como víctimas del coronavirus u otras enfermedades. Por si eso no fuera poco, para quienes vivimos en América Latina, la crisis apenas empieza! Nuestros gobernantes han demostrado no estar a la altura para el manejo de la emergencia, no porque carezcan de talento, de recursos o ayudas internacionales, sino porque simplemente no les interesa el bien público sino sus proyectos mezquinos y el enriquecimiento personal. Vemos como la corrupción, la indiferencia, la impunidad, y las divisiones políticas, económicas y sociales son cada vez más grandes. Es lógico sentirnos agobiados cuando nuestra fe se encuentra en el último lugar de nuestras prioridades! 





La buena noticia es que no todo está perdido! Dios en las tres divinas personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, cuenta con nosotros, renueva nuestros corazones y fuerzas si se lo pedimos (Juan 14: 1-14)! Desde la intimidad familiar, hasta nuestra participación en la sociedad actual, pasando por nuestras empresas y proyectos, hoy más que nunca necesitamos ser mejores cristianos. Después de esta pandemia, no debemos volver a la normalidad de la indiferencia, de la sequedad espiritual, y abandono de nuestras comunidades y vida sacramental. Es también a través de la comunidad que podemos encontrarnos con los hermanos, ahora de forma virtual, y hacer que el distanciamiento social tan necesario para reducir los contagios, no se traduzca en abandono de nuestro prójimo.

Para implementar nuestras estrategias y planes, necesitamos optimismo, buen ánimo, alegría, paz interior, paciencia, caridad y mucha fe. Sentirnos confiados de la mano de un Padre que nos ama y procura siempre el mayor de los bienes, reconfortará nuestros corazones a pesar de las pérdidas. Para tener mejores sociedades y países, necesitamos ser valientes, involucrarnos, y dar testimonio de nuestra fe con buenas acciones y coherencia. No dejemos de confiar en el Señor! Recordemos que es El quien hace posible y grandes todas las cosas!

Fotografías de Irina Orellana

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