martes, 24 de septiembre de 2013

La importancia de las buenas noticias!



Vivo en un país lleno de malas noticias; tanto así que he llegado a pensar que estoy rodeada de gente mala, y que me ha tocado nacer en uno de los peores países del mundo! Puede ser que sea cierto, si nos limitamos a las frías estadísticas económicas, y sociales. Tan mal estamos? O somos objeto de campañas mediáticas y del periodismo "amarillista" que es muy común en Honduras? Es posible que nadie trabaje bien, ni que logre buenos resultados, o que no existan personas que ayuden a gente necesitada? Es posible que vivamos como en la jungla, donde el más fuerte y poderoso es el que sobrevive? Se nos habrá acabado realmente la capacidad de amar y ser solidarios, y el deseo de trabajar por un mejor país?

Anoche cuando iba camino a casa, escuchaba un programa radial juvenil, en una popular emisora de Tegucigalpa (nada que ver con el tema católico o religioso), y estaban compartiendo una experiencia sobre amigos que jugaban al fútbol y decidieron unirse para dar de comer a personas menos favorecidas. Me pareció una excelente noticia después de la agotadora jornada de un lunes! Fue la razón de mi sonrisa en medio de la larga fila de tráfico! Si tuviéramos más buenas noticias, pensé! Si optáramos por hacer eco de lo bueno en lugar de lo malo, nuestros días serían diferentes! Estoy de acuerdo con muchos que dirán que estoy tratando de "tapar el sol con un dedo", pero después de todo, nuestra actitud ante la vida, y la forma en que enfrentamos los problemas cotidianos, marcará una gran diferencia. Esto es muy similar a elegir entre vivir la vida con Dios, o sin Dios...no cambiarán las circunstancias y los acontecimientos, pero sí la forma en que decidamos vivirlos, afrontarlos, y superarlos!



Por esta razón aprovecho a compartir un par de imágenes tomadas en el mes de Mayo 2013, de una misma edición del "Diario de Hoy", periódico Salvadoreño que me sorprendió con un par de buenas noticias sobre nuestra Iglesia Católica! Es poco probable que encontremos noticias de este tipo en la prensa secular Hondureña, y con respecto a buenas noticias que no tienen nada que ver con la Iglesia, lo único que encontramos son pequeños espacios en medio muchas páginas dedicadas a la nota roja y al escándalo político.

Mientras no cambiemos nuestra forma de hacer periodismo, de informar, de compartir noticia, seguiremos garantizando un terreno fértil para el desánimo y pesimismo colectivo, sin mencionar la baja autoestima que como nación ya estamos teniendo. Así que seamos agentes de cambio! Hagamos eco de las buenas noticias, especialmente de aquella que es la más importante: Dios nos ama por ser hijos suyos! Su grandeza también está en nosotros!

1 comentario:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Evidentemente, las buenas noticias nos hacen mejores. Entre otras cosas, porque persiguen el bien y hacer lo bueno, lo que a todos nos beneficia.

Una buena noticia es vivir en la verdad, y en la medida que todos lo hagamos el mundo será mejor. Por eso, hay tanto desorden, porque no depende de uno o de varios sino de todos.

Todos estamos llamados a vivir en la Verdad; a seguir el Camino y la verdadera Vida, pero cuando no lo hacemos y nos desviamos, el mundo se oscurece.

Me ha gustado mucho tu reflexión. Espero que nos veamos en el III Encuentro.

Un fuerte abrazo en Xto. Jesús