sábado, 2 de noviembre de 2013

¡Sólo se han adelantado!


En este día especial dedicado a los fieles difuntos, recuerdo de manera especial a los que me han precedido en su viaje a la casa del Padre. Algunos de ellos abonaron sustancialmente en mi búsqueda de Dios, mi crecimiento espiritual, en el hábito de la oración desde temprana edad, y en el rezo del santo rosario. Antes yo no comprendía muchas cosas que me aconsejaban mi padre y mis abuelas, ya fallecidos desde hace algunos años. Ahora, mucho después, entiendo que sus consejos, sabiduría y recomendaciones, eran solamente para mi beneficio. Esto me hace recordar una hermosa canción de Martín Valverde que dice así:

"No se han ido del todo, si nos han dejado una luz, 
si su esfuerzo da frutos aún, no se han ido del todo. 
No se han ido del todo, si al pensarlos nos hacen vivir, 
si una meta nos hacen seguir, no se han ido del todo."




Les invito a orar por nuestros queridos difuntos, por aquellos familiares y amigos que ya se han adelantado. Nuestras oraciones por ellos nos benefician también a nosotros, fortaleciendo esa comunión de los santos, sobre la cual el Papa Francisco ha dicho que es "una realidad muy bella de nuestra fe".

Fotografías de Irina Orellana
Capilla del Santísimo
Iglesia del Santo Nombre de Jesús (Chiesa del Sacro Nome di Gesú), Roma.


1 comentario:

Salvador Pérez Alayón dijo...

No sólo no se han ido del todo, sino que permanecen entre nosotros. La comunión de los santos es la familia de Dios.

En Él estamos unidos y por Él participamos de un mismo Espíritu que nos conforta, nos alienta, nos protege, nos guía y nos une.

¿O es que no sentimos el impulso del Espíritu en nosotros? Esta fuerza que nos mueve a escribir, a comentar, a estar unidos y fortalecidos alrededor de Jesús, ¿de dónde sale?

No sintieron eso otros antes que nosotros, los de Emaús. También lo sentimos ahora nosotros, porque sus oraciones nos ayudan y nos, por la Gracia de Dios, fortalece.

Un fuerte abrazo en Xto. Jesús, y nos encontramos, como dice nuestra querida amiga Cristina, en la Eucaristía.