sábado, 22 de febrero de 2014
¡El Señor es mi pastor!
¡El salmo 23 es el salmo de este día propuesto por la Iglesia!
Y como todos los salmos que me gustan, cada vez que lo leo, encuentro diferentes mensajes del Señor. Hoy especialmente me he detenido en los primeros versículos:
"El Señor es mi pastor: nada me falta;
en verdes pastos él me hace reposar.
A las aguas de descanso me conduce,
y reconforta mi alma."
Me he quedado aquí, sin preocuparme por el resto, y he reflexionado sobre las muchas bendiciones de Dios en mi vida. Su amor y misericordia son tan grandes que no logro comprenderlas! ¡Debo admitir que me sigue costando mucho confiar y dejarme amar por él! Me sorprende ver hacia atrás y darme cuenta que Dios no se cansa de rescatarme, de llevarme de vuelta a su redil a pesar de mis infidelidades.
¡Que bueno eres Señor!
¡Dame la gracia de saberme sentir protegida en mi camino, de confiar en tu mano poderosa, en tu protección inquebrantable, y en tu amor infinito!
Imagen de Fano
Labels:
Amor,
Camino,
Divina Providencia,
Fe,
Jesús,
Misericordia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Me conduce a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas. Es verdad, cuando miramos para atrás y vemos todo lo que hemos pasado y superado, nos sentimos queridos por nuestro Padre Dios.
Experimento la cantidad de amigos que se han quedado en el camino. Yo, que ahora voy camino de los 69, doy gracias porque me sostiene vivo y sólo le pido que mientras camino por este mundo pueda alabarle y vivir en su Voluntad.
Un fuerte abrazo en Xto. Jesús, querida amiga Irina.
Publicar un comentario