Hace exactamente cinco meses, el 13 de Octubre de 2013, tuve la bendición de estar presente en una homilía del Papa Francisco en Roma, en ocasión de celebrar la "Consagración del Mundo a María", con la visita de nuestra Señora de Fátima en esa hermosa ciudad.
A pesar de tener con antelación mi boleta de entrada, tuve que madrugar para hacer la larga fila, que después de algunas horas se convirtió en una muchedumbre deseosa de pasar los controles de seguridad lo más rápido posible. En esa ocasión conocí a Carlos, quien estaba hospedado en el mismo hotel que yo, y se profesaba católico distanciado de la Iglesia. Sin embargo, había esperado con ansías este momento de ver al Papa personalmente. Como Carlos habían muchos en la fila, y no pude dejar de preguntarme, qué tiene este Papa que atrae? ¿Por qué le gusta tanto a la gente, católicos y no católicos?
Respuestas hay muchas, que van en relación con los gustos de la gente. En lo personal yo lo resumo de la siguiente forma: El Papa me interpela, me habla de tú a tú, de manera sencilla y a la vez profunda, me mueve con sus acciones y ejemplos de vida!
Mantengo conmigo la homilía de ese día, la cual trato de volver a leer cuando la necesito, y me he quedado con estas frases de Papa Francisco:
"Dios nos sorprende; precisamente en la pobreza, en la debilidad, en la humildad es donde se manifiesta y nos da su amor que nos salva, nos cura y nos fortalece. Sólo pide que sigamos su palabra y nos fiemos de Él...Dios nos sorprende siempre, rompe nuestros esquemas, pone en crisis nuestros proyectos, y nos dice: Fíate de mí, no tengas miedo, déjate sorprender, sal de tí mismo y sígueme.
Preguntémonos hoy todos nosotros si tenemos miedo de lo que el Señor pudiera pedirnos o de lo que nos está pidiendo. ¿Me dejo sorprender por Dios, como hizo María, o me cierro en mis seguridades materiales, seguridades intelectuales, seguridades ideológicas, seguridades de mis proyectos? ¿Dejo entrar a Dios verdaderamente en mi vida? Cómo le respondo?"
Creo que estas palabras se pueden reflexionar en cualquier momento de la vida, siempre serán vigentes e importantes. Ahora mismo me están ayudando a profundizar en mi cuaresma, a prepararme un poquito mejor ante la venida de esa pascua tan deseada.
Fotografías de Irina Orellana, Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano.
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