"Regresando a sus países, a sus casas y comunidades, llévense la chispa de la misericordia. Lleven a los demás la llama de su fe y con ella enciendan otras llamas, para que los corazones humanos latan al ritmo del Corazón de Jesús, que es ‘fuente ardiente de caridad’. Que la llama del amor envuelva a todo nuestro mundo, para que en él no haya más egoísmo, violencia e injusticia, sino sobre nuestra tierra se refuercen la civilización del bien, de la reconciliación, del amor y de la paz”.
Con esta frase el Arzobispo de Polonia, Cardenal Stanislaw Dziwisz, ha querido exhortarnos a todos en la misa inaugural de la JMJ celebrada esta tarde.
Hoy más que nunca, el mundo necesita de nuestro fuego, de nuestra luz, de nuestra caridad y alegría.
Estamos seguros que la semilla de la JMJ caerá en tierra buena, y que en poco tiempo dará muchos frutos. De esto se encarga el Espíritu Santo y también nuestras oraciones! No dejemos de pedir al Padre por más obreros en esta misión evangelizadora, porque muy bien hace en nuestras vidas el proyecto de salvación que El quiere para nosotros.
Fotografías de Lina María Correa, Peregrina Colombiana-Americana
No hay comentarios:
Publicar un comentario